Ecos de Ausencia

Diseño Sonoro: Ignacio Baca Lobera
[2005-2007]

“Espigar es una actividad de
la mente. Espigar hechos, hazañas,
imágenes, impresiones, emociones…
espigar recuerdos.”
Agnés Varda



Del sentimiento nostálgico que nos lleva a hurgar en el pasado surge esta serie llamada Ecos de ausencia. Profundicé en la tradición oral porque sé que todos tenemos algo que decir,
cualquier experiencia, ya sea de nuestros padres, abuelos, amigos, o algún desconocido. Por extraño que parezca, la memoria nos transporta a otros tiempos, a otros lugares,
y es precisamente en el momento de contar historias cuando recreamos con todo detalle y emoción lo vivido. Pinté un cuadro con cada relato. Mi intención no fue ilustrarlos, más bien
representé cada narración libremente, buscando analogías y encontrando elementos simbólicos que me ayudaran a expresar por medio de la forma y el color la emoción y la fuerza
de cada palabra dicha. Así, imaginé los recuerdos de otras personas y conocí lo que dejó eco en ellos; me apropié de sus imágenes ausentes y ajenas a mi. El resultado fue un conjunto
de pinturas que van acompañadas de las historias que grabé de viva voz. Para mi, cada relato es, también, un gesto, un trazo, un tono transformado en color. La intención fue,
desde un principio, asociar la palabra y la imagen, crear un espacio lleno de expresividad que invadiera los sentidos del que lo mira y lo escucha.


(Esmeralda Torres)




Hay unos ojos que si me miran/
hacen que mi alma tiemble de amor/
y yo les digo que mienten, mienten/
ojos más lindos no he visto yo.


La necesidad del testimonio es tal que el hombre ha construido miles de variantes del relato. No sólo las palabras le sirven para crear el testimonio del paso de nosotros
por la tierra. Se vale de los gestos, de la imagen, del color y del recuerdo en bruto, de ese sentimiento involuntario que nos inunda. La ausencia construye el recuerdo, pero lo
construye al denunciar que algo falta ahí donde algo hubo. Pero no sólo la ausencia, sino también los ecos que nos vienen del mundo exterior, en ese juego de la intimidad
que comienza desde el borde de la piel y se mueve en dirección externa. Walter Benjamin al hablar de Proust distingue dos tipos de recuerdos, el voluntario, construido por lo que la
memoria falaz nos quiere dar como testimonio; y el involuntario, el que provocado por el olor de un simple bizcocho dará mucho material para la rememoración. Nosotros
estamos construidos de ambos, del armazón de la memoria y de la avalancha involuntaria del recuerdo. Por eso necesitamos dar cuenta de eso que nos ha pasado y que nos ha marcado.
Por eso necesitamos dar testimonio antes de que el olvido nos trague y nos iguale en ese frío borde de la nada. De ahí que Esmeralda Torres invite al recuerdo voluntario, con el fin
de que aparezca el involuntario y el ciclo se cierre, y nuestro paso por el mundo tenga un objeto que lo represente, voluntaria e involuntariamente. De ahí que estos ecos prodiguen la
denuncia de la ausencia, así sea por el reflejo del que los mira.


(Luis Alberto Arellano)


Se llamaba Tirso Montes

"...el anduvo en la Revolución, allá por los años 16, ya no quiso entregar su arma,
traía su treinta treinta... de estarles tire y tire se le calentó el treinta
y ahí lo mataron, ahí se acabo el tío Tirso."

Álvaro

Una fiesta que acabó en velorio

"¡Cásate conmigo! mañana me voy a Estados Unidos a trabajar para casarme contigo.
Recuerdo mucho una fiesta ahí en el pueblo y este muchacho andaba bien, tenía un baño de agua
en el patio calentando y para irse a la fiesta se baño con esa agua... el muchacho
murió otro día y decían que era por haberse bañado
con agua caliente del sol y en vez de ser una fiesta pues ya fue un velorio."

Socorro

El pupitre de Juan

"...se llamaba el Instituto Nacional para Varones, ya no había cupo, ni siquiera tenían
un pupitre para mi, y entonces mi mamá les dijo: ¡y que tal si nosotros traemos nuestro pupitre!.
Lo que pasa es que ella no se fijo los pupitres que había en la escuela y me hizo un pupitre
que era el triple de tamaño..."

Juan

La gallina que mató Juana

"...la voy a llevar a dormir, yo quería que estuviera bien protegida
y le puse una cubeta encima para que no le diera frío..."

Juana

El accidente

"...teníamos muy poquito de haber recibido la tortillería cuando la máquina,
este, pues me cogió mi mano y tuvieron que, con un marro partir la piedra para poder sacar la mano.
A mi me daba mucha pena traer mi mano descubierta porque me faltaban mis dos dedos...
ahora ya no, ya no me da pena."

Doña Coco

El viaje y la novia

“...me hace referencias tremendamente personales ¿te sigue gustando el melón con cajeta?
Tengo 4 meses hablando con una desconocida...”

Santiago

Diecisiete cascabeles

"Fue en agosto de 1972... y como a las 5 de la tarde cruzamos el río, corríamos de uno en uno…
nos quedamos dormidos en la arena, en ese tiempo de agosto hay muchas víboras, empezamos a matar
un día una víbora, otro día dos y así seguimos caminando... caminamos durante quince días, matamos
diecisiete víboras, un cascabel era de diecisiete cascabeles de una víbora bien grande que matamos..."
Don Tirso

Dame barro y te explico

"...me cuesta trabajo expresarme, decir lo que pienso, lo que siento, lo que quiero,
mejor con el barro. Dame barro y te explico."

Nora

"Blue Demon" en Coyoacán

"Soy oriundo del Barrio de San Lucas en Coyoacán. Tendría acaso 8 años 9 años. Estábamos mis cuates y yo
y toda la flota, cotorreando no...en eso da la vuelta un dinalpin, de esos carros como los que usaba El Santo
descapotables… era el Blue Demon, traía la máscara azul y una capa azul...el tipo se aventó un brinco y
quedó en la cajuela del coche, se dió una marometa y con las piernas empujó la puerta para abrirla,
pero el güey no se dió cuenta que estaba cerrada la puerta y ¡se ha dado un madrazo!. Entonces la banda pues
le empezó a cargar pila y dejó de apoyar al Blue Demon, mejor le iban al Huracán Ramírez.”

“El Zano”

Hilos de marioneta

"...allá en Juárez trabajo nomás en un alto, pa' rriba y bajo, pa' rriba y bajo y me canso más
y aquí tengo chance de andar por las calles con mis monitos. También canto... Yo les digo, que cuiden a su madre,
porque lo más sagrado es la madre, uno de papá no vale mucho pero más vale la mamá."

José

Yo nací en Arroyo Seco

"...una calle era de pura terracería... yo creo que son los recuerdos más bonitos de mi infancia.
Arroyo Seco me acuerdo que olía a pan, olía a café..."

Maricela

Me parí a mi misma

"...puse muchas flores dentro de la casa y la música que teníamos escogida para el parto,
y un vestido de flores...nos metemos a la tina, Alfonso se mete conmigo, yo no sentía nada porque nunca
tuve dolor y a la hora que sale Mariana, ¡fué maravilloso!, hagan de cuenta un alcatraz.
Nos soltamos llorando, es increíble, parí a Mariana y me parí a mi misma, me di cuenta de que
no te escuchas, de que no sientes tu cuerpo, de que no sabes interpretar tus sentimientos, ni tus ganas."

Rosa