Retoños

[2012-2013]

A mi hermana Lili, a mi Venus, que estará retoñando
en algún lugar del universo.



Observar la naturaleza se ha convertido en algo importante para mi; es como si volviera a descubrir la sensación de tocar un árbol,
observar a los pájaros, escuchar el viento, percibir la lluvia, oler la tierra mojada y sentirla bajo mis pies.
Creo, además, que esto está influyendo de manera determinante en mi modo de pintar. Mis colores han cambiado,
al igual que las formas, el dibujo y los materiales que utilizo.

Si bien el tema de la naturaleza ha sido estudiado y desarrollado ampliamente por muchos pintores, mi intención es encontrar una forma diferente de representarla.
Por ello, mi atención va dirigida a pensar especialmente en la idea del “retoño”, esos pequeños brotes que surgen, o nacen, de un árbol mutilado
(acción hecha por el hombre), y de esas pequeñas hierbas y flores que crecen entre las líneas del asfalto citadino. Ahora bien, cuando hablo de “retoños”,
no me refiero solamente a los brotes de los árboles y a las grietas que aludía, sino también, a la personal asociación o metáfora que me surge al pensar en nuestra sociedad,
y la forma en que desarrolla sus ideas, su pensamiento y sus procesos creativos.

En todo lo que hacemos, tarde o temprano, caemos en rutinas, nos estancamos, y esto puede interpretarse, también, como una “mutilación”. Sin embargo, siempre algo resurge,
brota, y cambia, a fin de cuentas. En mi caso, la idea y el desarrollo de esta serie pictórica, representan una posibilidad de renovación, de volver a empezar.

La pintura me representa, es un reflejo de mi misma, de lo que acontece fuera y dentro de mi. Siento que ahora mismo vivo un proceso de cambio
y me interesa comunicarlo por medio de ella, volver a los formatos grandes, moverme, arrojar, vaciarme y renacer.

Mis preocupaciones más que técnicas se enfocarán en la acción de trazos definidos en un solo movimiento, en la manera en que escurre una tinta,
en la forma en que la tela absorbe el agua, mostrar la sutileza y a la vez la fuerza del color. Trabajar con todo el cuerpo, implicarme y verme desde dentro para así volcarme en cada cuadro.

“Retoños” es, en pocas palabras, una nueva andanza, un cambio de corteza, un resurgimiento de ideas; cada cuadro, un desprendimiento del cuál surgirán sus pequeños brotes.
Es, también, un retorno a la emoción y al sentimiento que sólo me da la pintura.

(Esmeralda Torres)